La obtención de la certificación Global Recycled Standard (GRS) aporta numerosos beneficios a la fábrica. Demuestra el compromiso de la fábrica con las prácticas sostenibles y el abastecimiento responsable de materiales, lo que mejora su reputación y credibilidad en la industria. Esta certificación también ayuda a la fábrica a atraer clientes conscientes del medio ambiente y abre nuevas oportunidades de mercado. Además, garantiza el cumplimiento de las normas internacionales, lo que mejora la calidad general del producto y reduce el impacto ambiental.